25/05/16

Justiça Animal

Acabo de ler a seguinte peça que, parafraseando o que Ricœur dizia do mito, dá deveras que pensar:

Justicia Animal ha denunciado hoy miércoles al Teatro Real por usar un toro enorme en Moisés y Aarón, la ópera de Schönberg que se estrenó en la noche del martes en el recinto madrileño. La asociación animalista cree que el teatro está vulnerando la Ley de Protección Animal de la Comunidad de Madrid por utilizar un toro en la representación.

Está versión de Moisés y Aaron está dirigida por Romeo Castelluci y el martes fue la primera vez que la obra inconclusa del compositor austriaco se representó en el Real. En ella aparece el toro Easy Rider, un charolés de 1.500 kilos al que, según Justicia Animal, se le somete a maltrato.. Según esta asociación, el Real estaría vulnerando el artículo 4 de la Ley 1/90 de Protección Animal de la Comunidad de Madrid, que prohíbe la utilización de animales "en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad o mal trato, puedan ocasionarles sufrimientos o hacerles objeto de tratamientos antinaturales".

La asociación afirma que en la obra el toro tiene dos apariciones "de aproximadamente 20 minutos" y que en la primera está "inmóvil (...) en una urna de plexiglás transparente": "No hace falta ser muy listo para comprender que un toro de 1.500 kilos no pinta nada en un escenario", sostienen. "Es claramente una situación antinatural y sin lugar a duda muy sospechoso que quede quieto sin moverse, pudiendo estar el animal sedado o drogado, por lo que hemos solicitado que se le haga una analítica para comprobar si da positivo a algún tipo de droga", dicen.

Fuentes del Real han asegurado que es "radicalmente falso" que se drogue al animal y han recordado que es un toro manso, no de lidia, y que, por su pedigrí, está "muy habituado a ser exhibido en ferias". Sus movimientos son muy lentos, y no ha sido "amaestrado" para esta función sino que sus dos cuidadores han introducido en su rutina "llevarle desde la cuadra que está dispuesta al lado del Real —en el Palacio Real— a otra en la que hay música".

Exibir um touro em cena na ópera viola a “justiça animal”, que a associação do mesmo nome reclama, porque é “claramente anti-natural”. Estamos esclarecidos. Mas, sendo assim, os animalistas poderiam ir mais longe. Porque, se fossem consequentes, seria a própria ópera que declarariam anti-natural. E, com um pequeno esforço mais, tomariam por alvo, nos mesmos termos do mesmo irracionalismo galopante, a própria instituição da linguagem. Calar-se-iam, então, pelo menos? Hélas, o mais provável é que, honrando a sua natureza enfim liberta, urrassem, esmurrassem, mordessem e irrompessem ao coice em redor. Ponto final.



1 comentários:

L disse...

É este o argumento para ridicularizar os animalistas? Pegar no termo "anti-natural" e dar um ponto final no assunto? É um argumento muito pobrezinho.